Se que probablemente me veo necesitada, pegajosa, que soy demasiado

Puedo sentirlo cada vez que pido por reafirmación. 

Cada vez que sobrepienso un simple mensaje 

Cada vez que me encuentro a mi misma ansiosa por el mas minimo cambio en tu tono de voz 

Yo no quiero ser esa persona, creeme. 

No quiero que mi cabeza se vaya al extremo con cada pequeña cosa.

Pero no puedo evitarlo

Es como si mi cabeza estuviese constantemente pendiente de una señal de que te irás. 

Buscando pruebas de que yo me preocupo más. 

De que soy demasiado. 

De que un día te despertarás y te darás cuenta de que no valgo la pena el esfuerzo. 

Y trato de convencerme a mi misma, de que es solo mi miedo hablando por mi, mi pasado atormentandome, 

Pero ese miedo se siente tan real, 

porque he estado dejada antes. 

He sido demasiado, antes 

Y cada vez solo confirma lo que ya mi cabeza no deja de repetirme:

Que el amor es algo que me tengo que ganar 

Que tengo que probar que soy alguien por quien vale la pena el esfuerzo.

Que si no lo hago bien, 

o si digo las cosas incorrectas 

si no soy perfecta 

me quedaré sin nada otra vez. 

Y creeme que se que no es justo ponerte en esa posición, 

sé que no eres mi pasado. 

Pero la ansiedad no entiende de lógica 

A la ansidad no le importa que tan bueno seas conmigo, 

o cuantas veces me dices que me amas

La ansiedad encuentra los pequeños espacios, 

los silencios, 

los mensajes no contestados, 

los momentos en los que estas distante. 

Y los vuelve una prueba de que te estoy perdiendo. 

Solo necesito que entiendas que no pido por reafirmación constante 

porque no confíe en ti. 

Lo hago porque no confío en mi misma

Mi mente pelea conmigo todos los días

y me dice una y otra vez

que soy demasiado.

que soy muy dificil 

que es facil dejarme.

Y algunas veces (mas que otras) solo necesito escuchar que tu sigues ahí 

y que no vas a ningun lado. 

Que no necesito probar que que vale la pena amarme 

porque ya soy amada por ti. 

Te prometo que estoy trabajando en ello, todos los días, pero a veces, cuando lo pido bonito, con voz pequeña y con miedo, es porque mi cabeza esta ganando esa batalla ese día.