Si en mi futuro tu no estás, yo me regreso. 

Es la frase que no ha dejado de dar vueltas en mi cabeza una y otra vez desde que decidimos estar juntos por siempre. 

Tu no lo sabes, pero diariamente te escribo. Tengo estos pedacitos de necesidad de expresarte lo que siento en palabras que voy guardando para luego ponerlos en un todo. Quiero escribirtelas todas a mano e irlas guardando en un cajón, y que un día le podamos enseñar a nuestros hijos lo que es el amor de verdad. Y que aspiren a tener un amor como el tuyo y el mío, un amor sincero, un amor lleno de esperanza, uno que es paciente, que esta lleno de respeto y lealtad, y que es incondicional. Porque eso quiero ser para ti: incondicional. 

Que no imagines la vida sin mi, y que si un día tienes un mal sueño, me abraces fuerte y te convenzas de que estoy ahí, contigo y esta vez es para siempre. Y si estoy a un vuelo de distancia, que me cuentes y nos ríamos, porque nuestra complicidad no se puede comparar con nada. Porque este hilo rojo ata directamente nuestros corazones y colorea nuestras almas para que se sientan siempre juntas. No necesito tenerlo al rededor de mi muñeca para sentir como se tocan, porque desde el primer momento en que mi pecho toco el tuyo en medio de un abrazo, lo sentí, lo supe. Que cambiarías mi vida para siempre. 

¿Y que más bonito que una cosita pequeñita con tus ojos, tu sonrisa y mi color de cabello con un mini tu viendo a dos personas amarse tanto que digan: cuando sea grande quiero que alguien me ame asi. 

No te imaginas lo mucho que visualizo 4 camisetas con el apellido Osorio en la espalda para ir a verlos jugar un partido, o para llevarlos al Bernabeu porque ¡por supuesto que seremos una familia aficionada al fútbol! o tu y yo en franelitas de algodón y botas saliendo a caminar desde tempranito con un café y un té en la mano en una casita en medio de una montaña (en Boyacá, porfa), porque una vez más: te juro que todo lo que hay en mi cabeza eres tú. 

No miro al pasado si no es para recordar todo lo que aprendí de el, no miro tu pasado porque sé que tengo tu presente y nos tenemos para todo lo que viene. No hay dudas cuando se trata de ti, y ruego porque tu no sientas ni una cuando pienses en mi, y más aún cuando piensas en nosotros. Se que hay días en donde la cabeza te gana por tonterías, pero se que nuestro amor es más fuerte que todo eso. Solo quiero hacerte el hombre mas feliz del mundo, que te sientas orgulloso de ti, de nosotros y de todo lo que hemos logrado y que estamos por lograr. 

Porque aunque hoy estoy lejos, nunca me he sentido tan cerca de ti. 

Porque aunque no veo tu carita mientras duermes (que no sabes, pero me encanta verte dormir porque me transmite una paz infinita), siempre eres lo último en lo que pienso antes de quedarme dormida, y lo primero al despertarme. 

Porque marcar los días en el calendario nunca me hizo tanta ilusión, y regreso en un avión recordandote y llenandome de todo ese amor que me das, guardandolo para administrarlo diariamente, con esta fuerte convicción de que siempre has sido tú y que siempre serás tú. 

Te amo, 

Hoy y siempre.