Gabbs' blog

Que dificil esto de descubrir con el tiempo de las cosas que necesitas y que debes buscar y construir. 

No sabía que había dado tan por sentado el lugar seguro que tanto necesito. 

A ver que siempre tuve encima esta sensación de home-less. Nunca he sentido un lugar como home, puede ser una casa, un apartamento, pero no se sintió nunca como hogar. He estado comoda en muchos lugares y me he apoyado en esos lugares, pero siempre faltó esa sensación de plenitud. Hasta que un día lo conseguí, me sentí feliz, calientita, segura. Y así como llegó se fue. 

Pero ese vacío me dejó con un vacío aún mas grande y con un descubrimiento que asusta: que pongo todo mi corazón en la busqueda de un lugar seguro, que muchas personas buscan tantas cosas en una relación, y yo busco: un lugar seguro. Un lugar que pueda llamar un hogar y sentirme en casa. Pero por sobretodo: que la otra persona tambien pueda cuidar ese hogar tanto como yo quiero hacerlo. Que me cuide, se cuide, me deje cuidarlo, y nos cuide. 

Y que miedo esta misión descubierta o desbloqueada en este punto de mi temprana adultez, porque depende mucho tambien de la persona que escoja y una vez esa persona se sienta como un lugar seguro, construir un hogar seguro juntos. 

Y mas dificil aún: lidiar con esta necesidad de que sea pronto y la desesperación de quererlo tanto. 

Hoy es de esos días que creí que nunca más iba a tener. 

En los que te sientas desolada en un café en una ciudad que te resulta ajena, viendo como la vida sigue y todo el mundo camina mientras tu te sientes mas ahogada que nunca, con nauseas, el pulso agitado y los ojos llorosos. 

Hoy es de esos días en los que todo depende de un hilo: la esperanza de una llamada y la voluntad de no contestarla. Las ganas de rendisrse y salir corriendo a rogar por un último abrazo aunque te duela en el alma tener que rogar por uno de la persona que debería abrazarte solo con verte. 

Hoy es de esos días en donde sentí a Dios cerquita, cuando le pedí con todo mi corazón en pedazos que me guiara y me mandó un conductor de Uber que me dejó llorar todo el camino, me entregó servilletas, me sostuvo la mano y me dijo: eres maravillosa, aqui puedes llorar sin miedo. Y de verdad, lloré sin miedo. 

Hoy es de esos días en donde duele el alma, pero sabe que esta decisión tan dolorosa es la correcta. Porque siempre mereceré un amor bonito, por todo el amor incondicional que doy -aunque quizá, ese sea el problema, que doy demasiado- 

Y como siempre dije: al final, si fui yo quien te amo más; porque Dios sabe que di todo de mi, aunque parece que eso nunca fue suficiente, o peor: no valía la pena encontrar un punto medio juntos. 

Un amor bonito, eso es lo único que siempre he pedido. 

Un amor en donde pueda ser. 

Un amor en donde nosotros seamos una prioridad. 

En donde no tenga que esconder nada, ninguna reacción, ninguna expresión. 

Un amor en donde me amen por como soy, por quien soy y por quien quiero ser. 

Un amor que sea un lugar seguro, en donde me sienta tomada en cuenta. 

Y por sobretodo: un amor en donde no sienta que tengo que convencer a la otra persona de que me ame cuando las cosas se ponen dificil. 

Un amor en donde no me sienta sola, en donde no me sienta ignorada.

Un amor en donde el orgullo no gane, sino las ganas de arreglar lo que podamos romper. 

Porque el amor es fragil, tan fragil y solo quiero un amor que este dispuesto a cuidar de el. 

Un amor que se sienta mas como un abrazo que como un empujón. 

En donde el rechazo no tiene lugar, y no se pueda ni imaginar el hacerme daño. 

Un amor que no se sienta como una montaña rusa, sino que sea paz: que sea el lugar a donde siempre quiero regresar. 

Un amor en donde no tenga que medirme, que pueda sentir con todo mi corazón, que pueda dar todo de mi sin miedo porque sé que voy a recibir de vuelta y que siempre valdrá la pena. 

Pero por sobretodo un amor que no pese, sino que me enseñe a ser mas ligera.