Algunas noches puedo extender mi brazo derecho y sentirte del otro lado de la cama,
puedo escuchar los sonidos que haces al dormir y casi puedo rodar a abrazarte mientras sueñas.

Algunos días, cuando llueve y suena Sinatra en el reproductor, puedo vernos por la ventana de tu casa cocinando pasta mientras se lava la ropa y jugamos con el perro.

Algunas tardes puedo evocarte y verte de pie en la cocina de tu casa haciendo un expresso doble mientras yo ando por ahí con un libro a la mitad.

Y por las mañanas cuando volteo al asiento conductor mientras suena Incubus y puedo verte manejando cuando aún el sol no sale, con tu chaqueta negra favorita tratando de parecer despreocupado por que falten 4 días hasta poder vernos de nuevo.

Son mas los días que no, que los que si.
Pero esos si son tan intensos que dejan una estela de nostalgia que parece que me durará toda una vida.