Trato de definirte, de desenredarte, 

de unir las piezas que me vas dejando como migajas cuando el buen humor abunda. 

Eres eso. 

Pero también eres ese lapso de tiempo en el que solo veo el cursor intermitente en la página en blanco, esa luz verde pintando a roja cada mes, advirtiéndome e incitándome. 

Eres el antónimo de reciprocidad y mi definición de Saudade. 

El edificio alto que voy construyendo en el que te refugias cada fin de semana, 

y de 7, cada 5 rompes las ventanas sin recoger los pedazos. 

Eres la materia física en una cama emocionalmente vacía, 

La decepción de una isla ahogada con la esperanza de un abrazo por la espalda cuando llueve sal. 

Eres luz, pero no eres paz. 

Eres amor, sin seguridad. 

Eres 3 horas de distancia 

en donde lo incierto manda. 

Eso eres.